A medida que crece la población urbana, las ciudades luchan por mantener el ritmo de la creciente demanda de energía y agua, infraestructuras y sistemas de movilidad, asistencia sanitaria y servicios públicos eficientes. Los administradores municipales deben hacer frente a retos complejos y polifacéticos, ya que deben equilibrar el desarrollo urbano previsto con unos recursos limitados, al tiempo que responden al apremiante llamamiento de plantar cara al cambio climático. Construir una comunidad inclusiva, segura, resiliente y sostenible es una cuestión de coordinación política intensiva y de decisiones de inversión, que pueden ser difíciles de armonizar y aplicar en conjunto.
Aunque muchas ciudades de todo el mundo han implantado soluciones IoT para supervisar y controlar a distancia servicios urbanos clave, a menudo se han basado en plataformas propietarias de una determinada aplicación, lo que ha dado lugar a un trabajo aislado del resto y a ineficiencias. Los proyectos de Ciudad Inteligente que utilizan tecnología propietaria tienen costes más elevados que los que utilizan tecnología abierta, ya que son más complejos y requieren mayores esfuerzos de mantenimiento, tienen un mayor riesgo de obsolescencia y un peor retorno de la inversión.
En MinebeaMitsumi abogamos por estándares abiertos y nos comprometemos a crear soluciones interoperables con múltiples proveedores para ciudades y empresas de servicios públicos. Nuestra Smart Urban Network proporciona una infraestructura unificada e interoperable para gestionar redes IoT y permite cualquier tipo de aplicaciones basadas en sensores o de gran ancho de banda. Esto permite a las ciudades conectar y controlar varias aplicaciones, sensores y servicios inteligentes, resolviendo los principales retos y necesidades urbanos, como la gestión de residuos, agua, seguridad vial, resiliencia energética y mucho más.
Nuestra Smart Urban Network es una inversión realmente a prueba de futuro: al estar completamente basada en estándares, no impone límites a la integración de tecnologías nuevas o adicionales, ni al diseño de nuevos servicios con el paso del tiempo; proporciona los componentes de software y hardware inteligentes más avanzados, listos para usar, para construir una red en malla autoconfigurable y autorregenerativa, totalmente diseñada para una asequible facilidad de despliegue y procesos de puesta en marcha automática. Más allá de generar un mero ahorro de costes, la interoperabilidad permite a las ciudades plantearse un crecimiento realmente compartido, convirtiendo las inversiones orientadas a la eficiencia en oportunidades de desarrollo sostenible e integrador, fomentando la participación de los ciudadanos y las partes interesadas locales en casos de innovación abierta.